Alineación: Marc, Adrián, Iván, Aitor, Juanma (Manu), Jorge, Maroto, David, Najim, Nahuel y Javi Molió (Mario)

Arbitraje a cargo de Rafael Luis Barrull Gonzalez, amonestó al visitante Adrià Pastor.

Derrota muy dolorosa para el Pedrusco en un partido en el que se hizo casi todo bien menos acertar entre los tres palos.

El inicio de temporada le está costando más de lo esperado a un Pedrusco que por h o por b, no logra unir todas las piezas para conseguir su primera victoria. Defender ordenados, atacar con criterio, controlar el ritmo del partido o un alto nivel de concentración, son aspectos que han aparecido en alguno de los tres partidos disputados hasta la fecha, el problema es que nunca se han dado todos a la vez y sobre todo que nunca aparece el más importante de todos: la efectividad!

En esta ocación, visitaba el templo de Almoines un equipo asiduo a las posiciones altas de la tabla y actual campeón de copa. La Penya La Font vio desde el minuto 1 a un Pedrusco valiente, que iba a ir a buscarle a su campo, presionando y asfixiando la salida de los centrales, sin que esta presión alta desembocase en la aparición de excesivos espacios a la espalda, en definitiva un Pedrusco bien situado sobre el terreno de juego y con las ideas claras. Además supieron también los locales hilvanar jugadas de ataque también desde el inicio, generando varias ocasiones muy claras, la que más, un mano a mano de Javi Molió tras un gran pase al espacio que el capocannoniere del Pedrusco no pudo definir pese a superar la salida del portero.. Tantas ocasiones empezaban a parecerse a una película que la afición del Castell se conoce de memoria.

En la reanudación, con menos ritmo, menos físico pero la misma tónica de dominio local y ocasiones claras, empezaba a sonar en la grada la típica frase «el que perdona, acaba pagando». Y vaya si se se cumplió. Con el tiempo cumplido una perdida a cerca del área de La Font pilló a todo el Pedrusco fuera de sitio y en 2 pases el delantero rival Jordi se plantó mano a mano ante Marc y tras regatearle empujó el balón al fondo de las mallas.

Jarro de agua fría para el Pedrusco que vio como volaban los 3 puntos a pesar de realizar un gran partido. Y es que nadie dijo que la vida en División de Honor fuese a ser fácil.