Alineación: Marc, Juanma, Carlos, Iván, Miguel S., Aris (David), Xavi (Manu), Masche, Jorge, J. Molió (Fabio) y Najim

Arbitró el encuentro el Sr. García Benitez. Desconcertante, lo que era blanco para un lado era negro para el otro. Difícil contrariar a ambos bandos en un partido en el que salvo un par de acciones no hubo nada de anda.

Punto que sabe a derrota en un partido dominado de principio a fin por los locales y en el que una victoria hubiese supuesto un inicio inmejorable en el complicado grupo de copa en el que quedó encuadrado el Pedrusco CF.

Arrancaba la copa en el Pep Castillo de Almoines con un conjunto local dispuesto a borrar la mala imagen de la semana anterior y que si bien lo consiguió a través de un juego ordenado, insistente e incisivo, no pudo transformar en gol ninguna de las múltiples ocasiones de las que dispuso.

Salvando los minutos iniciales de tanteo entre ambos conjuntos, lo cierto es que la Penya Rafelcofer tuvo que conformarse con aguantar como pudo las embestidas locales y fiar su suerte a alguna jugada aislada a la contra o a balón parado. Tanto en gran parte del primer tiempo, como en toda la reanudación, el Pedrusco se mostró muy serio en todas las líneas, anticipando constantemente al rival, recuperando balones en campo contrario y poniendo, desgraciadamente sin acierto, cerco a la meta rival.

Tuvieron la suya los visitantes en una dudosa falta en la frontal del área, tan bien ejecutada como magistralmente neutralizada por Marc, debutante bajo los palos en ausencia de Josi. Sin duda la mano valió un punto. En resumen, partido de los que se ganan 99 de 100 veces, pero que como se suele decir goles son amores y la línea de ataque del Pedrusco no estuvo muy cariñosa en el día de hoy.

Destacar que a pesar de la falta de acierto, los atacantes del Pedrusco han jugado mucho mejor que otros partidos en los que si se consiguió marcar. Movilidad, presión tras perdida, juego en equipo, intención, buenas ideas… con estos ingredientes, los goles acabaran cayendo.