J7 – Pedrusco CF 1-1 Penya Rayista
Arbitró el encuentro Jorge Iurato. Desacertado en el área visitante. Mostró dos tarjetas amarillas para los oliveros y otra para el Pedrusco a V. Vicedo por protestarle. Sus razones, dos posibles penaltis cometidos sobre su persona y no señalizados por el árbitro que a buen seguro hubieran supuesto dos claras faltas si las acciones se hubieran desarrollado fuera del área.
Flojo partido el vivido esta agradable y soleada mañana en el Pep Castillo d’Almoines. Un primer tiempo con escasas ocasiones de gol. Por parte visitante el peligro llegaba durante los primeros compases de partido en un remate desviado que Javi Mo. en su intento de despejar lo estrellaba en el travesaño del marco defendido por Josi. Por parte rojiblanca, la más clara ocasión la tendría Xavi con un disparo que entre el guardameta contrario y la inestimable ayuda del poste obraban el milagro y el posterior remate final de Benja se paseaba por delante de la portería sin encontrar rematador. Se llegaba de esta manera al intermedio con el marcador inamovible sin poco más que destacar.
Encajar un gol en los primeros minutos de cada periodo es síntoma de mala concentración y esto es lo que le pasó al Pedrusco en este partido. Esta lección es de primero de fútbol pero la confianza dicen que mata y muchos lo olvidan. Apenas transcurrido un minuto desde el comienzo de la reanudación, los de Oliva se adelantaban en el marcador. Se escuchó a un viejo seguidor visitante comentar durante el primer tiempo aquello que a veces se dice “el que marque primero, gana”. No le faltaba cierta razón al caballero a tenor de lo que estaban ofreciendo tanto unos como otros.
Afortunadamente erró en su previsión. Evidentemente el partido se puso cuesta arriba, el Pedrusco lo intentaba pero le costaba generar acciones de gol. El árbitro tampoco ayudaba y dejaba sin sancionar un claro empujón dentro del área de un defensor visitante sobre V. Vicedo. Pero la esperanza es lo último que se pierde y cumplido el minuto 29 salía al rescate Natxo, un jugador letal en el área si se le dejan varios metros de distancia y de colocado disparo lograba la igualada. Un minuto después, David era cazado por un contrario y tenía que abandonar el terreno de juego al igual que el cazador que se fue a vestuarios por acumulación de tarjetas. Hasta el final, el acoso y derribo fue constante y la intervención del árbitro fue decisiva al desentenderse de otra acción polémica con derribo claro sobre la pesadilla visitante en la que se convirtió V. Vicedo.
Por cómo se desenvolvió el partido, el empate puede parecer un buen resultado pero ante un rival que todavía no había puntuado en la liga y considerado como un rival asequible, el reparto de puntos deja un mal sabor de boca tanto en jugadores como en la afición.
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